miércoles, 27 de noviembre de 2013

Manolo y Minerva quedaron flechados

A FINALES DE 1953 DECIDIERON CONCRETIZAR SU ATRACCIÓN Y EN FEBRERO DE 1954 COMENZARON A CIRCULAR LAS CARTAS DE AMOR ENTRE ELLOS
  • Manolo Tavárez Justo era un joven con mucho carisma, tenía el temple de un líder revolucionario con ideas antitrujillistas muy sólidas. Entre las obras que leía Minerva Mirabal están La incógnita del hombre, de Alexis Carrel; Anna Karenina, de León Tolstoi; Los Miserables, de Víctor Hugo.
Wendy Santana
Santo Domingo
Entre las obras que leía Minerva están “La incógnita del hombre”, de Alexis Carrel; “Anna Karenina”, de León Tolstoi; “Los Miserables”, de Víctor Hugo. Además leía innumerables obras de Eugenio María de Hostos, Goethe, Horacio, Anatole France, Shakespeare, Émile Zola, Thomas Mann, Sigmund Freud, Homero, Cervantes, Federico García Lorca, Esquilo, José Enrique Rodó, Alejandro Dumas, entre otros.
“Ella me hacía leer libros. Me recomendaba la biografía de María Estuardo, Reina de Escocia, de Stefan Zweig”.
 “Ven, ven a leer lo que dijo Mahatma Gandhi: ‘Los pueblos que no aman su libertad, que se conformen con su suerteÖ’, me leía algún párrafo como éste y se iba”, recuerda con añoranza doña Dedé, la Mirabal sobreviviente.
Sobre Manolo dice que era un joven con mucho carisma, cantaba y tocaba la guitarra muy bien, era amante de la pesca, y al mismo tiempo tenía el temple de un líder revolucionario con ideas antitrujillistas muy sólidas.
Identificación con Manolo
La hermana Mirabal sobreviviente cuenta que durante los años en flor de su hermana Minerva pasaron por su casa muchos jóvenes enamorados de ella, pero en el único en que se interesó fue en Manolo Tavárez, ya que desde muy joven estaba muy atenta a la política y con él se sintió identificada.
Aporta Dedé que la madre de Charytín Goico, María del Rosario Rodríguez Goico, fue quien los presentó durante una fogata que organizaban en la casa de las mellizas Diez, en Jarabacoa, y que Manolo tenía amores con una muchacha de la capital, Ana Matilde Cuesta, hija del doctor Pelayo Cuesta, un abogado famoso de la época.
No obstante, dice, quedaron flechados de inmediato; a finales de 1953 deciden concretizar su atracción y en febrero de 1954 comienzan a circular las cartas de amor entre ellos.
Minerva hizo que su madre revolucionara toda la casa para recibir a su prometido, impulsándola a cambiar los muebles. Él impresionó a toda la familia al mostrarse culto, de finos modales e ideales correctos.
También recuerda Dedé que en una ocasión Manolo viajó desde Monte Cristi a Salcedo para darle una serenata a Minerva y trajo un piano montado en un camión, que aunque llegó desafinado no dejó de deslumbrar a Minerva, porque ya estaba muy enamorada.
Emma Tavárez Justo, hermana de Manolo, escribió el 9 de diciembre de 1974 un artículo en el periódico El Nacional, en el que recuerda la admiración que sentía al ver a su hermano enamorado de Minerva, y el rostro de ella tan lleno de esperanzas y de sueños.
Manolo sin Minerva
Cuando matan a Minerva Mirabal, junto a sus hermanas Patria y María Teresa, el 25 de noviembre de 1960, Manolo Tavárez Justo estaba preso en la cárcel de Puerto Plata, donde se enteró de la pérdida de su esposa y compañera inseparable de ideales políticos. La noticia la supo a través de un periódico que le llevaron, en el que se hablaba de un supuesto accidente que le habría arrancado la vida.
Esa trágica muerte, así como los múltiples suplicios que sufrieron los opositores a la dictadura en las cárceles de Trujillo, fortalecieron el Movimiento 14 de Junio que Manolo y Minerva impulsaron, unificando todos los grupos de acción antitrujillistas con fines de derrocar al tirano.
Al finalizar la dictadura, con la muerte de Trujillo, el 30 de mayo de 1961, Manolo fue excarcelado, procediendo de inmediato a dirigir la lucha contra los remanentes de la tiranía y a reorganizar su agrupación política, con el mismo nombre del Movimiento 1J4.
Salió de la cárcel el 21 de julio 1961 y el 30 del mismo mes fue designado presidente del Partido 14 de Junio, mediante asamblea general, recorriendo todo el país con una entonada oratoria que hacía crecer su liderazgo, dando a conocer la orientación de su organización política y las estructuras económicas que cambiaría.
Participó activamente en la lucha contra el gobierno transitorio que después de la muerte de Trujillo encabezó el doctor Joaquín Balaguer Ricardo, manteniendo también una oposición radical al gobierno del Consejo de Estado.
En su calidad de líder del 14 de Junio proclamó la abstención de su partido en las elecciones nacionales del 20 de diciembre de 1962, que culminaron con la elección del profesor Juan Bosch Gabiño como Presidente de la República.
Él criticaba el gobierno de Bosch por entender que no daba los pasos necesarios para realizar una reforma agraria profunda, ya que había compartido mucho con los campesinos y sabía a ciencia cierta cuáles eran sus necesidades. Pero también hizo insistentes llamados de alerta contra los planes conspirativos que se desarrollaban contra el gobierno.
En su biografía se hace constar, además, que consumado el golpe de Estado contra el gobierno del profesor Bosch, se desata una persecución policial que lo obliga a vivir en la clandestinidad.
El 28 de noviembre de 1963, como Comandante Supremo, encabeza una insurrección armada, ubicándose en el Frente Guerrillero de Manaclas, en San José de las Matas, en guerra abierta contra el Triunvirato ógobierno de facto instaurado tras el golpe de Estado al profesor Juan Boschó y el 21 de diciembre del mismo año es fusilado.
El líder antitrujillista, por el que miles de seguidores se guiaban, confiados en encontrar la luz de la democracia, había sido capturado en las montañas de la Cordillera Central, junto a un grupo de hombres que decidieron rendirse, y él, que se oponía a dejarse vencer por el enemigo, sufrió la impotencia de verlos acribillar y finalmente morir desarmado.
Su pensamiento político se conserva en discursos pronunciados en concentraciones públicas donde planteó insistentemente la necesidad de una “Revolución de Liberación Nacional en República Dominicana”. Con su muerte, el movimiento de izquierda dominicano perdió a su mayor líder.
Después de la Revolución Constitucionalista de Abril de 1965, el partido que dirigió Manuel Aurelio Tavárez Justo atravesó por luchas internas entre diversas tendencias y terminó fraccionándose.
Frutos del amor
Sobreviven a Manolo y Minerva sus hijos, Minerva (Minou) y Manuel (Manolito) Tavárez Mirabal, nacidos en 1956 y 1958, respectivamente. Minou tenía cuatro años y Manolito dos cuando sintieron la primera ausencia de sus padres tras ser apresados, en enero de 1960 en la cárcel La 40, y torturados, él físicamente y ella psicológicamente.
A su padre le sacaron las uñas y golpearon severamente, y a su madre la encerraban en solitaria, sin permitirle asearse; le daban de comer alimentos contaminados y la sacaban de madrugada para interrogarla temerariamente.
Cuando Manolito y Minou se quedaron huérfanos de madre (25 de noviembre de 1960), el niño todavía tenía dos años de edad y la niña cuatro. Al perder al padre (21 de diciembre de 1963), ella había cumplido los siete y el niño tenía cinco.
Manolito se ha negado a formar parte de un partido político porque, según dice, no quiere utilizar la memoria de su padre ni de su madre, la cual califica de intocable. Minou ha sido diputada en varias ocasiones, desde donde ha propuesto y apoyado proyectos en beneficio del país y ha sabido defender con 

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