viernes, 29 de noviembre de 2013

La ocurrencia de Caracas



Volviendo a la andada, escribía de otros temas , pero con la mente puesta en este




César Medina 
lobarnechea1@Hotmail.com
Ciertamente hubo imprecisiones en el relato de La Tecla del domingo sobre la intempestiva salida de los funcionarios haitianos de una reunión “conciliadora” en Caracas que provocó la ira del canciller venezolano Elías Jaua.
Pero no todo anduvo descaminado. Algunos detalles se escaparon, como la sugerencia de la amnistía, aunque no propuesta directamente por el presidente Maduro sino por gente muy cercana a él.
También es verdad que la reunión del Caricom del martes 19 fue suspendida a solicitud de Venezuela para dar tiempo a la negociación entre Haití y República Dominicana, pero después de una consulta con Puerto Príncipe se produjo una fuerte discusión porque los haitianos cambiaron de actitud.
Esa reunión de Caracas terminó abruptamente con Haití proclamando que “si el problema lo generó la República Dominicana, entonces que lo resuelva la República Dominicana”. Y señaló a seguidas que Haití no tenía nada qué negociar.
Fue entonces cuando Jaua, el canciller venezolano, reaccionó molesto con los haitianos y les recordó que ellos llegaron a Caracas buscando el apoyo de Venezuela y que su país propuso una mediación de buena voluntad para zanjar las diferencias entre dos países amigos, pero que si Haití no quería negociar, hasta allí llegaba su esfuerzo.
Esa reunión terminó mal, y parecía que la situación había empeorado cuando esa misma noche el presidente Martelly llamó a su colega Medina para decirle que la posición de Haití era negociar con nuestro país y que con ese fin estaba dando instrucciones a su ministro de Relaciones Exteriores Jean-Pierre Casimir para que viajara a la República Dominicana a firmar el acuerdo de buena voluntad.
Se firmó en San Isidro
Casimir llegó a la base aérea de San Isidro el jueves y allí lo esperaba el ministro Montalvo.
Improvisaron un escenario en uno de los salones del recinto militar y se procedió a la firma del protocolo que declara la buena intención de ambos países para invocar el diálogo antes que cualquier otra vía.
Al día siguiente se hizo público el acuerdo, y poco después se reunió el Consejo Nacional de Migración con el presidente Danilo Medina a la cabeza para discutir y aprobar el Plan Nacional de Regularización dentro de las urgencias con que el Estado ha tratado el tema.
Hasta ese punto llegó la intervención de Venezuela, que ciertamente quiso ayudar después de conocer en detalles el origen y los alcances reales de la controversial sentencia del Constitucional. El canciller Jaua hubo de admitir que Caracas estaba desinformada sobre el real alcance de la medida. Fue entonces cuando propuso mediar con Haití.
Pero todos sabían que Haití no iba a cumplir lo acordado... Porque Haití jamás ha cumplido los acuerdos que firma ni con República Dominicana ni con nadie.
El origen de una versión 
Estaba en Madrid el jueves 21 cuando me llamó una fuente vinculada a círculos de poder del gobierno venezolano para darme la versión de que el presidente Maduro proponía una amnistía para los hijos de haitianos indocumentados nacidos en la República Dominicana los últimos 20 años.
La versión que he manejado después es que en altos niveles de la política europea se ha discutido tal posibilidad y que en algún momento Venezuela se adueñó de la propuesta.
Esa fue la explicación que se le dio en Europa a la suspensión de la primera reunión del Caricom convocada para el martes 19, donde Francia y Reino Unido ejercen mucha influencia económica y política por haber estado esos países históricamente bajo su protectorado.
Mi gran error como autor de La Tecla fue no contrastar esa información incorrecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario