Es verdad que Balaguer lamentó mucho el asesinato de Orlando Martínez. Lo dijo en público y en privado, ordenó descubrir el crimen, hizo filtrar la investigación, cambió algunos mandos militares...
Pero jamás procesó a los culpables.
La actitud de un Presidente responsable habría sido someter a los asesinos a la Justicia y permitir que los tribunales se ocuparan del resto.
En cambio, se hizo el desentendido y su silencio lo hizo cómplice por omisión de un crimen espantoso.
Lo peor, sin embargo, vino después.
Porque nadie parece recordar ahora, cuarenta años después, que el principal autor del asesinato, el entonces mayor —Joaquín Pou Castro, fue ascendido a teniente coronel, a coronel y a general en los gobiernos del PRD encabezados por Guzmán, Majluta yJorge Blanco.
Los demás autores del crimen, todos militares o paramilitares, permanecieron en los cuarteles y gozaron de impunidad durante los 24 años siguientes. Y nadie nunca intentó procesarlos por un hecho tan infame cuya autoría era de conocimiento público.
Sólo el Partido Comunista Dominicano, del que Orlando era miembro destacado, mantuvo vivo el caso para que no perimiera en la Justicia, lo que hizo posible que un cuarto de siglo después los autores fueran llevados a juicio y condenados.
Balaguer supo siempre las circunstancias en que Orlando fue asesinado y conoció de primera mano el resultado de aquella investigación que encabezó por encomienda suya el general Neit Nivar Seijas.
¿Que cuál fue su reacción?
Cuando Nivar Seijas fue al despacho de Balaguer y le dio todos los detalles del crimen, su reacción fue tan dramática que en ese mismo instante se decidió archivar el expediente...
“... El gobierno no resiste un escándalo de esta magnitud. Lo que recomienda la prudencia es que esto se maneje con absoluta discreción para actuar cuando el momento lo permita... Tenemos que ganar tiempo”, le recomendó Balaguer a Nivar Seijas en aquella ocasión.
Y Nivar Seijas actuó en consecuencia... El expediente fue archivado y nunca se conoció oficialmente el resultado de una investigación que había creado expectativas por las diferencias que existían en la cúpula militar balaguerista.
Por lo bajo, sin embargo, se hizo llegar copia del expediente a algunos directores de periódicos que nunca lo hicieron público, entre ellos Rafael Herrera, Virgilio Alcántara y Rafael Molina Morillo, que dirigían los periódicos Listín Diario, Última Hora y El Nacional.
Leger sabe algo más...
José Osvaldo Leger, que entonces era un “joven y fogoso” dirigente que había fundado el Movimiento Agrario Reformista (MAR) para defender las leyes agrarias de Balaguer, había trabado amistad con los principales dirigentes del PCD que coincidían en la lucha campesina.
Entre ellos estaban, obviamente, Orlando Martínez y José Israel Cuello, lo que hizo posible triangular esos vínculos políticos con Balaguer. Es por eso que Leger ha aparecido ahora en el recuento histórico de un acontecimiento tan dramático.
Pero Leger sabe mucho más de lo que ha contado...
Porque él era no sólo muy querido por Balaguer sino también por Nivar Seijas, con quien tenía vínculos casi familiares que se remontan a los orígenes de los padres de ambos en San Cristóbal.
Es cierto que José Osvaldo alertó a Orlando por instrucciones de Balaguer para que se cuidara de algunos militares...
Como también es verdad que Neit le dio detalles de su investigación sobre el asesinato...
... Y más que eso, le dijo cuál fue la reacción de Balaguer cuando él, Nivar, le narró la historia del crimen.
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martes, 26 de noviembre de 2013
La historia de un crimen
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