por Javier Sanz el 28 abril 2011
Corren malos tiempos para tratar temas laborales y el hecho de tener un trabajo debería ser motivo suficiente para no quejarse pero… casi todos nos quejamos. Ahora, después de escribir este post, me lo pensaré dos veces antes de hacerlo.
El peor oficio de la historia ha sido Groom of the Stool (literalmente “novio o mozo de las heces“), en cristiano “limpia culos“.
Lógicamente, sólo el rey podía permitirse el lujo de disponer de un Groom of the Stool. Su labor consistía en la limpieza de las partes íntimas del monarca después de defecar y, aunque pueda parecer extraño, era motivo de disputas entre las familias de los nobles el hecho de que uno de sus miembros ocupase tan “distinguida” tarea. Compartir momentos tan íntimos llegó a convertir al “limpia culos” en un confidente real y, en algunos casos, secretarios personales del rey.
Uno de los más famosos fue Sir Henry Norris, que ejerció durante el reinado de EnriqueVIII. Tan implicado estaba en las intrigas de palacio que fue acusado de adulterio con Ana Bolena y decapitado.
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