Un fotógrafo canadiense ha traído adictos a la heroína de las sombras para mostrar la devastación afectar la adicción tiene en la vida de las mujeres.
Durante cinco años, Lincoln Clarke fotografiado más de 400 mujeres en el centro de Eastside de Vancouver para exponer un lado de la vida que muchos prefieren alejarse de.
Las imágenes resultantes revelan un mundo de sueños rotos y peligros, pero también ayudaron a recuperar la identidad de las mujeres, cinco de las cuales se convirtieron en víctimas de un asesino en serie .
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Adicción: Una mujer joven se prepara para inyectar heroína como ella se sienta con las piernas cruzadas en la acera
Escena de la calle : Espejo en la mano, este adicto aplica maquillaje mientras lucha por sobrevivir en el centro de Vancouver
Perdidos: Encaramado en una cesta de la compra, una mujer se queda mirando hacia el espacio
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Al hacer que las mujeres el foco de la serie, que figuran en su página web worldwidegreeneyes.com , Clarke ayudó a que los adictos a algo más que una estadística más deprimente.
El galardonado fotógrafo comenzó su proyecto después de conocer a 20 años de edad, adicto Patricia Johnson, quien lo invitó a su casa - y el mundo.
A partir de 1997 pasó cinco años en los adictos a reuniones vecinales y les ofrece $ 5, los cigarrillos, el jugo y una forma de liberación a cambio de posar para él.
A veces se les ofrecería un billete de autobús de ida a tratar de alejarlos de las zonas plagadas de drogas que estaban viviendo pulg En el momento, se estima que 10.000 adictos vivían en un área de 10 cuadras de la ciudad.
De las mujeres enfrentadas al parecer frescos cuyos ojos edad traicionar su desesperación, a la embarazada o los disparos en la acera, fotos de Clarke es difícil alejarse de.
Sus imágenes resultantes fueron descritos por el diario Los Angeles Times que: "Las fotografías que hablan de la obsesión - fijación fatal de una mujer joven con las drogas, la adicción de un fotógrafo para capturar su belleza se desmorona".
Desertados Lincoln Clarke quería mostrar un lado a Vancouver que muchos prefieren no ver
Foco: Al centrarse en las mujeres que viven en las sombras de la ciudad, Clarke fue capaz de demostrar que todavía se aferran a la vida
Juvenil: Muchos de los sujetos aparecen rostro fresco pero durante el proyecto de cinco años de los dañinos efectos de drogas uso comenzarían a mostrar
Tristeza: Las instantáneas en la vida de los adictos revelaron su sufrimiento físico y emocional
Clarke optó por disparar a sus súbditos en sólo unos pocos minutos en blanco y negro, y con frecuencia tenía que permiten configurar el tiro y seguir adelante.
'Yo no quiero tomar el típico adicto fotografía - el pelo en sus ojos, haciendo las drogas en alguna habitación de hotel despeinado, "dijo, y agregó que quería demostrar que todavía estaban radiantes.
A medida que se añaden más y más imágenes para el proyecto, Clarke se involucró más con la vida de los adictos, y añadiría una pegatina verde a su imagen cuando murieron - por sobredosis, el crimen violento o enfermedad.
Historia posterior: Meagan, que trabaja como prostituta, espera a los clientes fuera de una funeraria. Ella dice que se debió a las drogas por la muerte de su hijo
Callejón sin salida: embarazada y sola, este adicto guardaba todas sus pertenencias en la bolsa de plástico a sus pies
Belleza oculta: Clarkes quería mostrar que a pesar de sus adicciones a las mujeres eran todavía hermoso
Tough: Ella puede estar en muletas y la vida en la calle, pero esta adicción tiene una mirada desafiante
Asesino: Asesino en serie Robert Pickton
Las mujeres que había conocido y fotografiado habían comenzado a desaparecer también. Finalmente, un criador de cerdos en las afueras de la ciudad fue arrestado por los asesinatos múltiples - cinco de sus víctimas habían posado para Clarkes.
Se cree más de 30 mujeres fueron asesinadas por Robert Pickton, según el Vancouver Sun . El asesino en serie había hecho amistad con prostitutas y adictos, antes de atraerlos a su granja.
Clarke había fotografiado al menos cinco de las víctimas de Pickton y familiares de las mujeres empezaron a llegar al estudio del fotógrafo para ver los retratos.
El proyecto de cinco años fue agotador emocionalmente para Clarke, quien dijo: "Yo sabía que no podía ayudarlos ... No podía ser su psiquiatra o su sacerdote o su médico. No pude salvarlos. '
Le dijo a la revista Vice : 'Cada mujer tenía cuentos privadas que traté de decirle en silencio en el idioma de una fotografía. "
"Fue una introducción a la gente de la parte alta que no quieren ver o conocer a estas mujeres. Por primera vez, que estaban buscando en sus ojos '.
Esta mujer, fotografiado en una puerta, todavía era capaz de levantar una sonrisa para Clarkes
Dos mujeres miran fijamente a la cámara tal y como están fuera de un club en Vancouver
Un joven adicto se asoma por la ventana de un coche en el centro de Vancouver
Rodeado de graffiti y con el pelo soplando en el viento, un adicto fuma mientras se sienta en una pared
Clarkes ofrecen a las mujeres una pequeña cantidad de dinero en efectivo, cigarrillos o alimentos a cambio de una foto
El fotógrafo quiso revelar la dura realidad de los miles de adictos que viven en bruto en Vancouver
Los adictos muestran una mezcla de desesperación y desesperanza
Al fotografiar a las mujeres, Clarke quería mostrar cómo era la vida en el lado áspero de la ciudad
Cuando Clarke tomó esta imagen, la mujer de repente extendió los brazos, como si crucificado por su adicción
Las mujeres a menudo habían tenido una infancia difícil que conduce a una vida de desesperación en las calles
Un adicto a la heroína joven hace una pausa para mirar a la cámara mientras camina a través de un callejón
Una mujer fuma en una escalera de incendios en un callejón de casas tapiadas
Clarkes vagaban por las calles de la ciudad de Vancouver para encontrar mujeres dispuestas a ser en sus cuadros
Una mujer se inclina contra un poste mientras espera en la esquina de una calle en una zona donde muchos adictos venden drogas o sus cuerpos para ganar dinero
Este adicto fue capturado por Clarke mientras bebía refrescos fuera de una tienda de comestibles en Vancouver
Gafas de sol en la mano, un adicto a la heroína se inclina en una puerta
Esta joven mujer mira en la distancia mientras se desploma contra una pared
Una mujer con poca ropa se pone delante de una puerta tapiada en Eastside de Vancouver
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